[uylug-varios] M$ pasa a ser miembro de Linux Foundation

Eduardo Trápani etrapani at gmail.com
Fri Nov 18 20:09:13 PST 2016


> Los tiempos cambian, dijo el nobel de _literatura_...

:)

> Lo que sí puede ser interesante de estudiar son los caminos por los que
> las cosas son como son ahora. Claro, con el diario del lunes va a ser
> más fácil.

¿Vos decís el cómo llegamos hasta acá o para donde vamos? Porque para
algunas cosas, ya es lunes ;).

> Tomando como caso a Google. No sólo basó su infraestructura y
> aplicaciones en software libre, también su imagen. Google promovía el
> "Don't be evil". Todos sabíamos quién era 'satán'. A todos nos gustó eso.

En esa época queríamos saber qué hacía el software porque la
funcionalidad del software era lo más importante. Los datos siempre
estaban con nosotros y eran bastante, digamos, crudos y escasos. Así que
el que producía cosas con el software a escondidas y no nos dejaba ver
el proceso, ése era un indeseable.

Ahora los datos incluyen la vida entera de muchos de los adultos en la
vuelta. Y están casi todos en la "nube". De golpe, el que todas las
fotos de la infancia se abran con Gimp o con Photoshop pierde un poco de
relevancia ante el hecho de estar todas en manos de dos o tres empresas
(a las que la supuesta globalidad anónima de "la nube" les viene
bárbaro) que les sacan provecho comercial de maneras desconocidas.

Si un escolar actual estuvo vestido con la camiseta de Danubio desde
chiquito, nada impide que le llegue propaganda invitándolo a hacerse
socio dentro de cinco años. A él y a todos los que aparecen en el fondo
de la selfie que se sacó el padre en el estadio hace seis años. Porque
existe el software para envejecerlos digitalmente y buscarlos en las
redes sociales actuales hoy. Y, si Danubio tiene sus socios en un Excel
en "la nube", o en alguna plataforma de aplicaciones, entonces hay más
información para apuntar directo al objetivo.

A veces creo que en algunos casos fuimos víctimas de un acto de
prestidigitación, de un engaño; nos mostraron las mangas sin nada más
que software libre (y servicios libres) y empezaron a hacer aparecer, de
la galera nuestras vidas. Y al principio aplaudimos. Y ahora que
llegamos hasta acá, que el celular te avisa que estás yendo para el lado
equivocado teniendo en cuenta la ruta normal de los sábados de mañana
desde la casa de tu amante, ahora me doy cuenta de que tal vez ya no sea
tan relevante el que Facebook o Google o Microsoft usen Linux o software
libre. Van a usar lo que les sea más fácil y barato y además los "vista"
mejor para relaciones públicas. Y si les pido el código fuente nunca va
a ser el que de hecho estén ejecutando, ni voy a poder verificarlo (como
no puedo verificar afirmaciones del tipo: "se dispararan las búsquedas a
los sitios de visa canadiense luego de la victoria de Trump", o
"#OmnibusSinPetinattiAlMango es tendencia en Montevideo").

Si me preguntaran en este momento (ojo que es tarde ;)) una ventaja del
software libre, en el mundo en que estamos, yo diría que da la
posibilidad, si uno quiere, de "salirse" de la omnipresencia y el
control de ciertos actores. De liberarse un poco y mantener un cierto
nivel de funcionalidad digital: usar un sistema libre en el teléfono o
la tablet o la computadora, construir su propia "nube", armar una red
nueva sobre internet, crear sus repositorios personales, crear y editar
archivos propios y no con Office365 o GoogleDocs o cosas así.

El software libre fue y es revolucionario, no tanto en su desempeño
actual (donde en muchas áreas es la norma), sino en el potencial que
tiene. Lo tenemos que seguir cuidando, para el futuro. Y no, no me
preocupa Microsoft, o no mucho más que Oracle y todos los demás. Todos
están cuidando a Linux por ahora y mientras (les) sirva. Quieren
concentrarse en el manejo y explotación de los datos, no en su envío o
recepción. Normalizan todo felices (cuando antes peleaban mucho más),
desde HTML hasta ipv6, JavaScript o DRM. A esta altura creo que ni
siquiera les importaría si todos los desktop fueran Linux, total, vamos
a transmitir lo mismo y, todavía, usando sus navegadores de preferencia.

Nosotros somos los que no deberíamos aflojarle al software libre, para
que siga ahí, vigente, actualizado, poder echarle mano cuando se precise
y estar siempre listos para el fork liberador, como con OpenOffice. Eso
... está bravo. Lentamente nos volvemos todos simplemente usuarios, sin
aportar, de algo cuyo destino está decidiendo en parte la Linux Foundation.


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