<html><head></head><body style="word-wrap: break-word; -webkit-nbsp-mode: space; -webkit-line-break: after-white-space; ">Este es un ejemplo de una carta genérica en apoyo de la ley. Tal y como hemos opinado en la lista, sería bueno concertar una por el estilo para difundir. No menciona a la Cuti, no hace referencia a sus objeciones pero trata los mismos temas.<div><br></div><div>¿Que opinan?</div><div><br></div><div>Pablo.-</div><div><br></div><div>Nota: también la estoy mandando a la lista del PPU.</div><div><br><div><br></div><div><br></div><div>-----------------------</div><div><br></div><div>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><font color="#000000"><font face="ArialMT, sans-serif"><font size="3">La
Cámara de Diputados aprobó, el pasado 19 de Diciembre del 2102, un
proyecto de ley denominado Programas de Computación de Formato
Abierto y Estándar, la cual persigue tres objetivos básicos muy
importantes como ser el facilitar el libre acceso por parte del
ciudadano a la información que el Estado brinda y a la interacción
entre ambos, la formación de la ciudadanía en general en el uso de
las herramientas que esta nueva forma de distribución de software
masifica y la racionalización del gasto y las inversiones en
tecnología informática que nuestro Estado realiza con dineros
públicos.</font></font></font></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">El
primer punto a resaltar es que la ley trata, por sobre todas las
cosas, de libertad y soberanía. ¿Por qué, como Estado, obligar a
nuestros ciudadanos a utilizar una tecnología privativa para acceder
a la información que obligatoriamente debemos proporcionarles? ¿Por
qué restringir las herramientas con las cuales dichos ciudadanos
pueden interactuar con nuestras dependencias a aquellas que tienen un
costo que el ciudadano debe pagar, que la casi totalidad de las veces
son provenientes del extranjero y que en más de un caso y desde
múltiples puntos de vista son masificadas mediante prácticas que
bien podrían ser tildadas de monopólicas?</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Como
ciudadanos, ¿nos obliga el Estado a firmar los documentos que a él
suministremos con una marca específica de lapicera? ¿qué pasaría
si las cartas dirigidas a las autoridades de la escuela de nuestros
hijos tuvieran obligatoriamente que ser escritas en una marca
específica de papel? ¿que diríamos de los ejemplos anteriores si
la lapicera, que chorrea tinta en nuestro bolsillo, y el papel, que
se arruga con solo tocarlo y se rompe con extrema facilidad, fueran
fabricados en el exterior y su costo fuera elevado con respecto a
similares que no poseen tales desventajas y no llaman a un tránsito
de divisas hacia el extranjero?</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">El
software libre nos otorga eso, libertad y soberanía por sobre todas
las cosas.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">El
segundo punto a resaltar de la mencionada ley es la medida proactiva
de capacitar a la ciudadanía en el uso del software libre. Usuarios
y técnicos, operadores e ingenieros, el software libre abre un campo
profesional inmenso en el cual nuestros técnicos y emprendedores
tendrán enormes posibilidades no ya de futuro sino de presente. El
software libre es usado en el mayor abanico de tecnologías que jamás
haya existido, desde microcontroladores monopastilla, pasando por
teléfonos celulares, tabletas de cómputo, computadores para el
hogar y la oficina hasta mainframes y supercomputadoras.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Si
es electrónico y de alguna forma preve que tanto el usuario como el
servicio de soporte puedan modificar al menos algunos parámetros de
su funcionamiento, si ya no lo hace seguramente ejecutará software
libre mas temprano que tarde. ¿Queremos estar preparados para ello?
¿Podemos imaginarnos alguna ventaja en estar adecuadamente
preparados para esta tendencia mundial que ha llegado para quedarse?
Claro que si, esta es una oportunidad para saltar al tren del
progreso sin atarse a terceros ni comprometer nuestro futuro.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Por
último está el tema del gasto. Muchos pueden no haberse detenido a
pensar en ello, pero para nadie debe ser sorpresa el hecho de que
nosotros, los ciudadanos, por intermedio del Estado gastamos mucho
dinero en licencias de software privativo (tradicional) que en la
inmensa mayoría de los casos podría ser recortado considerablemente
sin perder absolutamente nada en materia de prestaciones y ganando al
mismo tiempo en seguridad y estabilidad. Las prácticas monopólicas
en las que estamos insertos no solamente atañen a licencias de
software sino además a la provisión de servicios de soporte de
dichas licencias. ¿Que cuánto nos cuesta esto a los uruguayos?
Millones de dólares.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Recordemos
que tan solo el BROU contrata soporte “premier” a Microsoft por
mas de un cuarto de millón de dólares al año. Si le adicionamos a
esto lo que dicho organismo gasta en su totalidad por conceptos de
soporte de todo el software privativo, no solamente el de Microsoft,
en todas sus dependencias y le sumamos el costo de las licencias a
soportar y sus continuas actualizaciones periódicas la cifra sin
duda será millonaria. Extrapolemos esto a todo el aparato estatal y
nos podremos formar una imagen mental de cuanto dinero malgastamos en
este tipo de prácticas. Dinero que en gran parte se va fuera del
país y que ayuda, con cada dólar, a hundirnos más en el círculo
vicioso de dependencia tecnológica.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Racionalizar
nuestro gasto estatal hacia el software libre es desarrollar
tecnología local, recurrir a soporte local con costos cuyo destino
sea también local, formar técnicos nuestros, capacitar usuarios en
nuevos productos y tecnologías, crear empleo mediante el fomento de
nuevos emprendimientos y la redirección de los ya existentes hacia
nuevos horizontes, y un sin fin de etcéteras.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">Esta
ley es es un primer gran paso hacia la libertad y el desarrollo del
sector técnico e industrial en tecnologías informáticas. Por ello
debe ser ratificada en el Senado, sin demora. No hay detrás de ella
empresa alguna, ninguna trasnacional y ningún lobby de intereses
personales o sectoriales. Esta ley, nacida de la congruencia de
pensares y sentires de libertad e independencia, persigue
fundamentalmente una oportunidad nacional de soberanía y crecimiento
mas allá de nuestras fronteras, en un campo en el cual el desarrollo
se produce a pasos agigantados y el quedarse atrás significa
relegarse a ser un mero expectador del cambio.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><span class="Apple-style-span" style="font-family: ArialMT, sans-serif; ">¿Queremos
crecer como nación? ¿En libertad? ¿Con generación de empleo?
¿Redistribución del ingreso? ¿Oportunidades para todos?
¿Comenzando a recorrer caminos de independencia tecnológica? El
software libre es un camino en esta dirección.</span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><br>
</p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in">xxxxxx
</p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in">UyLug, xxxxx</p><div>xxxxxx</div><div><br></div><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><br>
</p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0in"><br>
</p></div></div></body></html>